Echo de menos a quien no existe
la derrota cada sábado me es dada
y encontré nada menos que nada
guardando todo lo que no me diste.
Empeñado en citarme con tu indiferencia
con rumbo claro a la deriva
acariciando en otras personas tu ausencia
como buen miope, sin perspectiva.
Pero ten en cuenta los edificios
compañeros voyeurs de la eternidad
que te juzgan por daños y prejuicios
saben que sin mentirme
nunca me dijiste la verdad